Aunque en la actualidad la utilización de recursos informáticos es fundamental en la gestion de la seguridad de la información,
su uso no es suficiente para garantizar la confidencialidad en su organización.
A pesar de nuestra dependencia tecnológica, la transmisión de la información sensible sigue siendo una actividad
esencialmente humana.
La contrainteligencia engloba, además de la gestión de la seguridad de la información interna, las actividades dirigidas a anular el conocimiento que los competidores tratan de adquirir sobre el núcleo de nuestra organización.
Entre las distintas tareas de contrainteligencia se encuentran el chequeo y la
acreditación del personal que maneja información sensible;
la creación de una
cultura de seguridad entre quienes manejan ese tipo de información y la obligación de sujetarse a determinadas normas e instrucciones;
la vigilancia de conductas anormales en miembros de la organización o personas que por su cargo manejan información sensible;
la
securización de salas de reuniones, teléfonos, etc.;
la identificación y vigilancia de los miembros de servicios de inteligencia competitiva de otras empresas;
la evaluación de las fuentes; etc.
Basado en: Glosario de Inteligencia. Ministerio de Defensa.